Con 17 años estudio Arquitectura en la PUCV, y a los 24 nos fuimos con mi pequeño hijo a Barcelona, donde realizo el doctorado en la Universidad Politécnica de Cataluña.

Mi trabajo en la arquitectura ha sido continuar descubriendo como se expresa el espacio adecuadamente para el alma humana que lo habita, en mi escuela de arquitectura esto se llama "Poéticamente habita el hombre sobre la Tierra" de Hölderlin y este acto del habitar, cualidad que observábamos, generaba poéticamente el espacio. Esta es mi formación como arquitecto, mi origen. 

La investigación en mi doctorado, llamada "La observación como construcción", me permitió participar en concursos arquitectónicos en Barcelona, Londres y Estocolmo. Posteriormente en Brasil, donde nació mi segundo hijo Tobías, inicio un proyecto continuado en Inglaterra, Chile, Alemania, Suiza, la investigación y proyección de espacios a través de los movimientos de la euritmia.

La multiplicidad gestual se expresa en cualidades que, nosotros como arquitectos y artistas conformamos, posibilitando una propuesta de arquitectura, arte, dónde me incluyo como ser humano con mis posibilidades de dar origen a una observación o a una obra propia, a través del reconocimiento de la palabra que resuena en mí, como fuerza formativa. Si conozco desde la A a la Z, también conozco íntimamente a través del propio movimiento las posibilidades formales existentes para construir y dar nombre concretamente, a través de los gestos de los sonidos, al espacio que quiero generar para que venga a consonar con los actos de los seres humanos que en él habiten y con su alrededor.

Profesionalmente he sido invitada a dar clases o participar artísticamente en diversos lugares y contextos del mundo, en grandes y pequeñas producciones y proyectos.  Hé ido descubriendo las cualidades terapéuticas del espacio, visto  como algo esencial, la acción profiláctica en el arte de la arquitectura (que puede dar o restar vida en todos sus niveles, a sus usuarios) y en el arte en general, lo cual desvela la euritmia.